Existe un país cuyo símbolo es un dragón, y una tierra al norte que ha decidido darle cobijo y ofrecerle un hogar. El país es Eslovenia, y la tierra El Valle del Logar. Pero estos dragones no dan miedo, no echan fuego por sus fauces, ni tratarán de exterminarte. Desde su espacio en este país y en esta tierra el dragón te ofrecerá una mirada, un vistazo personal a su morada hermosa y serena.

Hará que te sientas cobijado bajo sus alas, o quizá elevado al cielo cabalgando sobre su lomo, contemplando el valle en vuelo rasante, y también un sendero, y un bar imposible, y una cascada.

Levantará el vuelo, como si fueras a despegar camino de la estratosfera, observarás las montañas y el cielo, y el valle a tus pies, diminuto, pero si cabe aún más bello.

Quién sabe si el dragón detendrá su viaje en un mirador inimaginable y tú, descansado sobre una tumbona de madera, seas testigo de la naturaleza que le acoge, la que ahora te arropa, y quieras ser dragón, y quedarte, y volver a despegar el vuelo sobre esa tierra de dragones que te acompañarán en tu viaje.

EL VALLE DEL LOGAR (LOGARSKA DOLINA)

El Valle del Logar (Logarska Dolina) es un valle glaciar que se encuentra en el norte de Eslovenia, muy cerca de la frontera con Austria, en los denominados Alpes Kamnik – Savinia. La población ideal para ubicarte y conocer el valle es Solčava, ya que desde ahí parten la mayoría de rutas del valle. Además, en la oficina de turismo del pueblo encontrarás información acerca de la zona, planos, rutas, etc...

Las atracciones son múltiples, pero para nuestra primera visita nos centramos en recorrer el valle en sí y la carretera panorámica que lo circunda. De esta manera, disfrutas del valle desde dos puntos de vista diferentes; uno contemplando la belleza que te ofrece desde abajo, y otro, desde arriba, sin perder un detalle de las montañas que lo rodean. Ambas perspectivas harán que te sientas pequeñito y maravillado.

La entrada al parque natural está limitada y hay que pagar una tasa para acceder que varía en función del vehículo, aunque, si estáis alojados en el valle el acceso es gratuito. Sobre esto, tenemos que contarte que nosotros estuvimos alojados en una población cercana pero fuera del valle. En el control de entrada mostramos el documento de la reserva que teníamos y lo consideraron válido, por lo que pudimos entrar sin pagar la tasa de acceso. En cualquier caso, la entrada es libre si vas a pie, en bicicleta o cualquier otro vehículo no motorizado.

El recorrido por el valle te invita a dejarte llevar. Solo la vista que encontrarás al entrar te dejará con la boca abierta. Puedes recorrerlo en coche ya que hay una carretera que lo cruza hasta el final del mismo. Desde este punto podrás recorrer un sendero que te lleva a la cascada Rinka, una de las atracciones principales del parque. Por esa misma carretera puedes hacer el recorrido en bici, claro, y a lo largo de ella hay distintos senderos por los que podrás recorrer el valle hasta llegar la cascada.

Cuando nosotros fuimos nos encontramos que, debido a una tormenta, el sendero tenía tramos complicados, por lo que la parte final del trayecto tuvimos que hacerla por la carretera. Todo el trayecto es precioso y la cascada espectacular. Junto a ella encontrarás un curioso bar en el que podrás tomar algo, aunque el precio es un poco más caro que en los anteriores.

LA CARRETERA PANORÁMICA.

La carretera panorámica comienza en la población de Solčava y es un recorrido circular por las montañas que dominan los tres valles de la zona, Logarska Dolina, Matkov y Robanov kot, de los que tendrás unas vistas espectaculares. A lo largo de ella encontrarás distintos hitos en los que detenerte, todos ellos señalizados por la figura de un dragón.

Durante el trayecto tienes la posibilidad de visitar espacios naturales y granjas que ofrecen productos de la tierra, con lo que puedes combinar turismo de naturaleza, gastronómico y etnográfico.

Cuando la visitamos, la carretera también estaba afectada por las tormentas del invierno, por lo que un gran tramo de ella estaba sin asfaltar, teniendo que conducir por un carril terrizo. Dicho esto, tengo que decirte que el camino estaba en buen estado, lo que permitía disfrutar del recorrido sin problema, aunque con cierta incertidumbre porque no sabíamos qué podíamos encontrarnos. Había señales que informaban de la situación, pero claro, nuestro nivel de esloveno no es muy alto. En cualquier caso, pudimos hacer la ruta completa y la disfrutamos mucho.

La sensación que te queda cuando tienes que dejar el valle es la de que te encantaría volver, seguir explorando. Seguir disfrutando de la sensación de paz que te proporciona el entorno. Quizá 4 días más, puede que una semana. Aunque parte de esos días los pases sentado en el porche de una casita rural, simplemente admirando el paisaje.

SUGERENCIA

Una visita que realizamos y que queda cerca de aquí es ir a Velika Planina, una aldea de alta montaña que se encuentra como a unos 30 Km. Aquí os dejamos el enlace con el artículo que escribimos sobre este lugar.