Hemos tomado una decisión, comenzar de nuevo, algo que ya hemos hecho antes, aunque ahora será algo distinto. Estamos al pie de un nuevo camino, el comienzo de un sendero, otro reto más que afrontar. Ascenderemos a otro púlpito, y lo haremos, a pesar de todo, puede que a causa de todo.
El nuevo sendero
Tendremos dudas al dar el primer paso, pero lo haremos, sobretodo porque queremos. Sentiremos la flaqueza cuando el camino ascienda, al elevar nuestros pies por escaleras de piedra.
Como otras veces, alcanzaremos la cima y tomaremos aire, el suficiente para seguir porque el camino no termina.
Avanzaremos con el mundo a nuestros pies y el cielo y la meta sobre nuestras cabezas. La belleza del camino será parte de la recompensa que hará que la dureza de la experiencia valga la pena.
Sentiremos miedo al caminar junto al vacío, al asomarnos a la fina lámina de nuestro destino, palpitará nuestro corazón cuando nos sintamos débiles, frágiles, pequeños, casi esperando que se quiebre la base que nos sostiene.
Pero lo conseguiremos, y como en el púlpito, nos reiremos de nuestros miedos, de nuestras dudas y de la fragilidad que sentíamos. Y siendo pequeños nos fusionaremos con la naturaleza, la nuestra y la del entorno. Conseguiremos el reto, tocaremos a la vez la tierra y el cielo.
Ascendiendo a la Lengua de Trol (Trolltunga)
Uno de esos senderos mágicos, cargados de experiencias, increíbles paisajes, fiordos de ensueño, cumbres nevadas, lagos, cascadas y esas vistas, !qué vistas!, es sin duda el camino que lleva al Trolltunga o lengua de trol.
Noruega es una tierra cuya orografía espectacular añade tintes épicos a cualquier ruta que se opte hacer. La lengua de troll es una de las más concurridas cada año en los meses cálidos de verano. El resto del año sería una osadía intentarlo.
Durante unas 12 horas, recorriendo 23 kms y ascendiendo 900 metros, tú eres el protagonista en un escenario salido de la Tierra Media.
RUTA DEL TROLLTUNGA: Todo lo que necesitas
Aquí tienes todo lo que necesitas para hacer esta ruta
LLEGANDO EN COCHE
Conducir a Tyssedal, a 6 kms de Odda, siguiendo la nacional 13. Seguir las indicaciones a Skjeggedal y Trolltunga. Después de unos 7 kms se alcanza el aparcamiento en Skjeggedal. El precio es de 200 NOK por día. En Tyssedal es 100 NOK. Se usan los ingresos para financiar las instalaciones públicas de la zona.
LLEGANDO EN TRANSPORTE PÚBLICO
Hay un autobús shuttle (15 Junio a 15 de Septiembre) que va desde Odda a Skjeggedal. www.oddataxi.no. También un bus de la línea 995, www.skyss.no. Solo admite efectivo. Si se viaja desde Bergen, hay que usar la línea 930, que deja en Odda. Desde Oslo se va en tren (Oslo-Voss) www.nsb.no y después el bus 990, Voss-Odda.Otra alternativa es un autocar de la empresa "Haukeli ekspressen", que se puede reservar online en www.nor-way.no. Si eres un aventurero y vienes de hacer el Preikestolen, hay un autocar, "The Trolltunga-Preikestolen express" que se puede reservar en www.tide.no
El recorrido es duro, aunque con un buen equipo, bajo unas condiciones climáticas no muy adversas y una forma física media, se puede hacer sin problemas. Antes de intentarlo hay que asegurarse bien del tiempo que puede hacer, aunque en Noruega este es muy cambiante y no es garantía de nada.
La primera parte es quizá la más exigente. Durante casi dos horas solo se asciende. Una “pared” que requiere paciencia y respirar profundamente a cada paso. Una vez salvado este primer obstáculo empezamos a caminar por una pequeña meseta salpicada de casas de madera. ¡Quién osa vivir ahí!. Acompañados por pequeños riachuelos, las vistas empiezan a ser de infarto. Así hasta llegar a la base de otra subida. Esta menos exigente, pero en su parte final puede estar aún con bastante nieve.
Llegados al punto más alto solo queda seguir caminando, por terreno ondulado, pedregoso a ratos, con pequeños saltos de agua. Muy pronto empezamos a bordear un desfiladero dejando al lado unas vistas tan impresionantes que te dejarán atónito, perturbado, ensimismado…
Y paso a paso, en unas 6 horas, estamos delante de la lengua de Troll. Una roca saliente donde, si el vértigo te lo permite, debes hacerte la foto de rigor y disfrutar de quizá una de las mejores vistas de toda Noruega.
Ya solo queda volver, soñando, deleitándote una vez más con el paisaje.
Abajo, piensas si existe de verdad algo tan bello escondido en esas cumbres. Te sientes exhausto, pero feliz. Esperando impaciente la siguiente ruta por Noruega.
Síguenos atento y las irás descubriendo con nosotros.
Y sí, Susana, juntos lo haremos de nuevo.