Cracovia
Pasear por las calles de Cracovia es sumergirse en varios mundos, a cual más interesante y fascinante. La parte medieval, la judía, la soviética…
La ciudad cargada de historia, tiene un enorme patrimonio que se hace evidente en muchos de sus rincones. Situada en el corazón de Europa, con influencias germanas y posible cuna de la nación polaca, donde se asentaron las primeras tribus eslavas de la zona, capital del país durante más de 5 siglos, Patrimonio de la UNESCO, lugar donde se encuentra la fábrica de Oskar Schindler que hizo tan popular Spielberg y un sinfín de atractivos para llamar la atención de cualquier viajero.
Nosotros hemos tenido la suerte de visitarla en dos ocasiones y os vamos a relatar nuestras impresiones y algunos consejos para hacer de vuestra visita a la ciudad una experiencia inolvidable.
La primera vez que visitamos Cracovia veníamos de Budapest, en un viaje de verano en el que recorrimos varios países durante 3 semanas. Hicimos todo el recorrido en coche, atravesando la frontera entre Eslovaquia y Polonia, donde una cadena montañosa se hace omnipresente dejándonos un bello paisaje, los Tatras.
Recuerdo que ese día veníamos de tener 35º en Budapest y al llegar por la noche a Cracovia, la temperatura había descendido a unos 14 grados. Sí, no fiaros de las temperaturas por aquellos lares. Pueden tener cambios drásticos de un día para otro.
Solo hay que entrar a Cracovia para empezar a ver partes bien diferenciadas. Como os comentábamos la parte más externa y moderna, construida al modo soviético, los panelak. Esto no son más que bloques de edificios de hormigón que podemos encontrar en toda el área de influencia de la extinta URSS, el barrio judío, Kazimierz y el centro y parte más antigua de la ciudad, donde están los monumentos más importantes.
Cracovia es conocida como la “Roma del Norte”, debido al gran número de reliquias de santos que alberga. Esto lo contamos, por si os interesa, pero nosotros no llegamos a ver ni una. Lo de ver manos amputadas y cosas del estilo no está en nuestra guía de “mejores cosas que hacer viajando”.
En esta ocasión decidimos quedarnos en un pequeño hotel llamado “Goodbye Lenin”. Muy apropiado el nombre y un lugar muy curioso, decorado con todo lujo de detalles soviéticos, pero con un aire muy a lo Pop Art. Nuestra estancia fue muy acogedora y estaba bien situado, así que lo recomendamos como opción económica.
En Cracovia está la Universidad más antigua y más importante de Polonia. No es la única, pero si la más importante. En total hay casi 140.000 estudiantes en la ciudad, lo que la convierte en un lugar con ese característico y entrañable ambiente universitario, cargado de pubs, locales donde disfrutar música en directo, bares, restaurantes de lo más variopinto y ese dinamismo que la hace aún más atractiva a ojos del visitante.
Si queremos aprovechar al máximo nuestra visita a Cracovia debemos dividirla en estas 4 zonas:
Stare Miasto (Ciudad Antigua)
La parte antigua está rodeada por un anillo verde de unos 8 kms de longitud. Surgió a raíz de la desaparición de la muralla defensiva de la ciudad a principios del siglo pasado. Tiene zonas con diferentes estilos y es un lugar muy peculiar y acogedor que os encantará. En ciertas zonas del parque han conservado partes de la muralla antigua: la barbacana. Te sorprenderán la Puerta de San Florián, la Torres de los Ebanistas y la Torre de los Carpinteros. Una idea genial para mostrar lo que fue ese cordón defensivo construido en el siglo XIII.
Ya dentro del anillo y la muralla os topareis con la plaza medieval más grande de Europa: la plaza del mercado. Sus más de 40.000 m2 os dejarán boquiabiertos.
Aquí podemos ver la torre del antiguo ayuntamiento desde donde podemos tener vistas panorámicas y la basílica de Santa María, inconfundible por sus dos torres asimétricas. Os llamará la atención un trompetista que sale cada hora a tocar una melodía, que antiguamente servía para dar la señal horaria.
La plaza es el centro neurálgico de esta parte de la ciudad y siempre podemos encontrar conciertos, ferias, etc.
Para terminar con lo más interesante de la parte antigua no debemos dejar pasar el castillo de Wawel, que se sitúa en la colina con el mismo nombre. De estilo gótico fue la residencia de los primeros reyes de Polonia, aunque hoy día tiene más estilo renacentista que otra cosa. Cosas de modas.
Es grande, muy grande. Su interior alberga el museo catedralicio Juan Pablo II. Sí, Juan Pablo II es la estrella en Polonia. También podemos encontrar la cueva del Dragón, donde la leyenda dice que vivió el Dragón de Wawel…Si no lo sabíais Cracovia es tierra de dragones. Esta gruta cuenta con unos 300 metros de longitud y sale a la orilla del río Vístula, donde una estatua de un dragón expulsa fuego cada cierto rato.
Volviendo al castillo y todo lo que aloja, no podemos dejar de ver la catedral de Wavel, el Palacio Real, las Salas de Estado, los Apartamentos Reales, el Tesoro de la Corona y la Armeria y un curioso museo de arte oriental.
Como podéis observar un castillo de lo más completito para los amantes de lo medieval y de lugares cargados de arte e historia.
Esta parte os llevará todo el día para verla relajado. Por la tarde-noche os recomendamos cambiar de zona e ir a Kazimierz, la parte judía.
Kasimierz (parte judía)
Esta parte de la ciudad recibió un empuje enorme tras la película La Lista de Schindler. Hoy día es un lugar dinámico, joven y donde la cultura y tradición judía se recupera a pasos agigantados.
Aparte de poder comer y salir de fiesta, lo más representativo son las 7 sinagogas y los museos que se encuentran en esta parte de la ciudad, quizá lo más importantes.
Podgorze (gueto de Cracovia)
Un poco más al sur, si cruzamos el río por el puente Bernatek, llegamos a Podgorze, el antiguo gueto judío. Aquí se encuentra la fábrica de Schindler y la farmacia del Águila, única farmacia de la zona en aquella época y lugar de salvación para muchos judíos.
Desde aquí se partía en tren para los campos de concentración. Veréis unas sillas en plaza Bohaterów, homenaje de Roman Polanski a los miles de judíos que salieron de aquí para no volver jamás.
Os recomendamos dejar al menos medio día completo para explorar Kazimierz y Podgorze. Podéis hacerlo mucho más extenso si queréis visitar algún museo.
Nowa Huta (Barrio soviético)
Y por último os hablamos de Nowa Huta. Si no conocéis otros países del antiguo eje soviético, puede ser muy interesante su visita. Hay tours guiados que os mostraran muchas curiosidades de esta ciudad construida para albergar a trabajadores del acero y que hoy día tiene casi un cuarto de millón de habitantes.
Bonus
Aparte de todo lo que os hemos contado de la ciudad, os dejamos dos excursiones imprescindibles en tu viaje a Cracovia:
Reserva al menos 4 días para poder conocer todo y saborearlo con la pausa suficiente. Cracovia es una de esas gemas escondidas que tiene el viejo continente.