Las ciudades
En esta ruta que sigue los pasos de Drácula no deben faltar las siguientes ciudades que se reparten entre las regiones de Transilvania (Rasnov, Sighisoara) y Valaquia (El castillo de Poenari, el lago Snagov y Targoviste). Hay que recordar que Vlad, era príncipe de Valaquia a pesar de que se le asocie, o más bien a la leyenda de Drácula, con Transilvania. Aquí está la primera de las diferencias entre el personaje histórico y el de ficción creado por Bram Stoker.
Comentarte que el personaje de Drácula tiene su base en una leyenda rumana, el “strigoi” en singular y "strigoii" en plural. Son las almas de los muertos que salen de sus tumbas durante la noche para aterrorizar al vecindario. Deriva de la palabra latina “strix”, que designa a una pequeña ave vampírica.
Una vez situados, comenzamos el viaje, no olvides tus defensas anti vampiros.
Sighisoara
Las historias hay que contarlas desde el principio y en la vida del príncipe Vlad este origen nos lleva a la ciudad de Sighisoara. Todo lo que rodea a la historia del personaje histórico está enmarcado en el término, hipótesis. Toda información va precedida de expresiones del tipo, se cree, se piensa, en opinión de, parece confirmado que, etc. Déjate llevar por tu imaginación, no será más real, pero sí más divertido.
En esta ciudad encontraremos la que fuera la vivienda familiar, en la que está confirmado que vivió su padre junto a toda la familia. No está documentado su nombre, pero se da por hecho que si allí vivía toda la familia pues él también.
La casa se encuentra en el centro histórico de Sighisoara, no tiene pérdida, la torre que es la imagen principal de la ciudad es perfectamente visible. Una vez que pases el arco que hay bajo ella, a pocos pasos, encontrarás una casa que hace esquina en la que verás una placa blanca que documenta que esa es la casa en la que vivió Vlad Draculea.
Aparte de conocer este anecdótico lugar la ciudad bien merece una visita. El acceso al centro histórico a través de la torre, la catedral y el entramado de calles te encantará, sobre todo si eres un amante de la historia medieval.
Rasnov
En esta localidad se encuentra el Castillo de Bran, que en su día marcaba la frontera entre Transilvania (en poder de los húngaros) y Valaquia, reino de Vlad. Es el núcleo turístico del mito de Drácula, y ya ha sido bautizado por todos como “el falso castillo de Drácula” porque, en realidad, nunca lo fue. Se habla de que durante algún tiempo estuvo preso en él, pero ahí acaba la conexión si es que alguna vez la hubo.
La relación con Drácula se debe a que, al parecer, en Inglaterra, en la época en que se publicó la obra de Bram Stoker, circuló un grabado de este castillo y así se produjo la asociación de ideas. Los viajeros de la época, los primeros turistas, recorrieron la zona y al llegar aquí preguntaban, ¿es el castillo de Drácula? Al principio, los nativos del lugar se encogían de hombros, hasta que poco a poco suponemos que terminaron por decir ¿y por qué no? Realmente, si nos limitamos a pensar en el personaje de la novela quién dice que Bram Stoker no se inspiró en él para describirlo en su obra.
En cualquier caso, la idea le ha dado buen resultado a la localidad que a los pies del castillo ha montado todo un mercadillo de souvenirs de Drácula. Una feria, la verdad. Pero el castillo es imponente y bien merece la visita, aunque solo sea el exterior. La visita al interior parece que no te depara ninguna sorpresa en cuanto a la figura de nuestro personaje, ni histórico ni de ficción. Nosotros no la hicimos.
La ciudadela de Poenari
Ya en Valaquia, encontramos el considerado como el “verdadero castillo de Drácula”. Se encuentra a unos 27 Km. de la población de Curtea de Argés, al comienzo de la famosa carretera conocida con el nombre de la “Transfagarasan”. Coordenadas (45°21′11″N 24°38′05″E)
La visita se inicia junto a la tienda del supermercado del camping Drácula, justo al pasar la central hidroeléctrica. Hay horario de visitas y el acceso está controlado en todo momento porque por lo visto hay osos en la zona, por lo que, durante el trayecto de subida, una media hora por escaleras, os acompaña la policía que abre y cierra el grupo de personas que hace la visita. En la parte de debajo de este artículo está el enlace a la web de los museos de Curtea de Argés, con los precios y horarios de las visitas a la fortaleza y otros museos de la ciudad.
El castillo está en ruinas, así que disfrutar de la visita depende mucho de tu capacidad de sugestión, hay unos señores empalados al llegar para que te sitúes. En cualquier caso, las vistas y el entorno son espectaculares. También puedes aprovechar para visitar la cercana presa de Vidraru en un recorrido con unas vistas muy bonitas. Vale la pena recorrer los 4 kilómetros que te separan de ella. Todo el recorrido es muy turístico así que es posible que en temporada alta lo encuentres muy concurrido.
Targoviste
Resulta irónico para una web de viajes hablar de un lugar en el que no se ha estado. Son cosas que pasan, ajustes en la planificación, en los lugares que se elije visitar y el tiempo del que se dispone. El dilema de todo viajero, en definitiva. Pero no se puede escribir un artículo sobre Vlad Draculea sin hacer referencia a la ciudad en la que se encuentran los restos de la que fue la corte real de su estirpe hasta que fue trasladada a Bucarest. Se puede visitar el complejo Curtea Domnească, el que fuera palacio real de la corte y también la Torre Chindia cuyo promotor fue Vlad Draculea. Probablemente, sea el lugar que más conecta al personaje con la realidad histórica.
Monasterio de Snagov
Hay que mencionar otro lugar en el final de esta ruta tras los pasos del personaje histórico; entre el mito, la leyenda, la historia y la fantasía. Se trata del monasterio de Snagov, a unos 25-30 Km de Bucarest, lugar en el que supuestamente se encuentra la tumba de Vlad. Aunque claro, se cuenta que cuando abrieron la tumba solo había huesos de caballo y el emblema de la familia. En fin, otro lugar para el encuentro de nuestra fantasía con el mito.
Hasta aquí nuestro recorrido por Transilvania y Valaquia, tras los pasos de Vlad Draculea en cualquiera de sus facetas. No hay duda de que es atractivo e inspirador, que se lo digan a Bram Stoker. Pero tenemos que decirte que hay muchas otras cosas que encontrarás en este recorrido que te inspirarán a seguir recorriendo y conociendo Rumanía. Drácula no deja de ser una excusa más para hacerlo.